Bjork

Mi primer acercamiento con Bjork fue por allá de 1999 con apenas 14 miserables años cumplidos. En mi búsqueda por musiquita algo “diferente” pues resulta que me fascinó la tipa esta tanto como para fusionar el nombre “Bjork” con el apellido “Yorke” del señorón Thom York, lider de Radiohead,,., nomás por si algún estupidito no se había dado cuenta de donde venía mi simplísimo y ridículo nickname en la internet, con el que tengo algo así como 8 años. No me gusta, pero nunca me he animado a cambiarlo por que luego es un desmadre con eso de avisarle a la gente que cambiaste de correo y todo eso pues.
Ahora después de la pendeja justificación de mi nick vamos a lo que va.
Pues los ánimos levantados en mi por el concierto de Bjork acá en Guadalajara están mas débiles que una mujer anémica,.,.,, mas bien voy a ir nada mas y nada menos por la nostalgia que me causa mi extinto fanatismo por esta señora. No era fan de esos/as que les interesa mas saber si la islandesa se limpia la cola con papel Charmín o Pétalo Sensations o si moja el papel para quedar mas limpia o de si tuvo sexo con un arbolito en las afueras de un bosque encantado,.,., no,.,. a mi me interesaba simplemente la cuestión musical.,., ni siquiera las letras, me gustaba como cantaba y ese pinche deseito de tratar de innovar un poco (en el mundito pop, claro). Lo que queda de ese “fanatismo” se resume en tres discos que me siguen encantando: Vespertine, Medulla y Glin Glo.
Estoy enojado por como se manejó todo lo relacionado con el concierto, porque está hasta la chingada, porque voy a tener que chutarme a otros artistitas de segunda que me interesan menos que un comino, porque voy a tener que aguantar condiciones climáticas extremas,., y todo esto por cumplir algo que era como mi sueño de juventud, que era ver a esta pendeja.
Pero pos a la chingada, ni pedo, ya estoy decidido (y con fiebre e inicios de gripa unas horas antes del concierto) a ir y a olvidarme de todos mis prejuicios.
Solo trataré de disfrutar el concierto.